Las 10 mentiras más habituales de las películas6 minutos de lectura

El cine insiste una y otra vez en hacernos creer algunas mentiras que no tienen nada que ver con la realidad. Estas son las 10 mentiras más habituales de las películas.

Correr con tacones es fácil

Esprintar a toda velocidad puede dejar sin aliento a cualquiera; pero las divas del celuloide, ni sudan, ni se despeinan ni les importunan los tacones. También resulta insólito verlas empleándose en las artes marciales con tacones de vértigo. Obviamente en la vida ideal si intentas correr con tacones lo normal es que acabes con los zapatos rotos y haciendo un Madonna.

Velociraptores de tamaño humano

Estos animalitos parecen los amigos de los niños en la mayoría de las películas y tienen la altura de un humano, pero en realidad estas bestias repugnantes median entre 60 y 90 centímetros y eran mortales.

Un golpe provoca amnesia

En la pantalla un golpe con un simple jarrón puede ser la causa de una amnesia brutal o de la transformación de una linda princesa en una malévola psicópata. Sin embargo, la amnesia profunda se debe normalmente a cirugías, infecciones o trastornos cerebrales y es bastante rara. Además, en la mayoría de esos pocos casos, la identidad suele conservarse perdiendo solo de forma transitoria la memoria o las facultades cognitivas.

Estrellas en el espacio

En las películas es habitual ver la Tierra rodeada de millares de estrellas, como si fuera de noche cerrada, desde una nave espacial. Si nuestros ojos fuesen distintos podríamos ver las estrellas claramente en el espacio «de día», pero no es el caso. Por la misma razón que no las vemos si caminamos de noche por las calles de una gran ciudad iluminada. El brillo de las fuentes de luz y de los objetos iluminados nos deslumbra e impide ver los astros. En el caso de los astronautas, por supuesto que son capaces de ver las estrellas «de noche», esto es cuanto su nave pasa por la sombra de la Tierra (o cualquier otro cuerpo celeste). Sin embargo, y a pesar de la ausencia de atmósfera, «de día» resulta mucho más difícil observar las estrellas -aunque no imposible- por culpa de la luz proveniente de nuestro planeta (o de la Luna en el caso de los astronautas del Apolo), ya que el contraste es demasiado intenso, supongo que siempre tendrán la excusa de que las escenas son siempre nocturnas.

Los coches son bombas en potencia

Parece realmente fácil que un coche explote como si nada. Sólo hay que conseguir acceder al depósito de gasolina, encender una cerilla y esperar a que el fuego llegue hasta el tanque, aquello haga una combustión a lo bestia y el coche salta varios metros por encima de las cabezas de los protagonistas. Pero es que en el cine los coches explotan incluso después de rozarse en una persecución en plena autopista, tras chocar contra un poste o porque al director lo cree conveniente. Y ahora la cruda realidad: ¿cuántos coches habéis visto explotar? Arder muchos, pero ¿volar por los aires? En realidad, la gasolina es muy poco explosiva. Provocará que el coche se incendie, pero no que provoque una detonación. Para eso se necesita un explosivo.

Estar en coma no es tan grave

Fuera de las pantallas, los pacientes en coma no siempre despiertan de su profundo sueño en forma y sin secuelas físicas o mentales. En realidad suelen necesitar terapia, durante bastante tiempo, y su aspecto no es demasiado bueno, y en la mayoría de los casos no llegan a recuperarse totalmente. En el cine es bastante habitual ver a protagonistas que tras un largo periodo de coma se despiertan de pronto y a los dos días están en la calle pegando saltos.

Un pequeño agujero en un avión causa una catástrofe

La culpable de este mito es la película de James Bond, «Goldfinger». Un disparo durante un enfrentamiento en el avión causa la despresurización y el villano es tragado a través de la ventana. Multitud de pruebas realizadas por las compañías constructoras de aviones han probado que un pequeño agujero de bala no tiene grandes consecuencias. De hecho, un orificio del tamaño de una ventana puede hacer que se pierdan objetos cercanos, pero el desastre se puede evitar gracias a las habilidades del piloto.

Las arenas movedizas te engullen por completo

Esta es una de las escenas que mas nos gustan en las películas de aventuras, cuando oímos la mítica frase, «arenas movedizas», sabemos que alguno de los personajes secundarios tendrá la desdicha de caer en ellas y veremos como va desapareciendo en su interior sin que los protagonistas puedan hacer nada por evitarlo. En realidad, es cierto que te pueden atrapar, pero es difícil que lo hagan más allá de la cintura. Al parecer es presumiblemente fácil liberar las piernas y flotar sobre la espalda para ponerse a salvo.

Dormir a la gente con cloroformo

Una escena común en muchas películas de misterio es el típico acto de dormir a una persona que estorba al espía, asesino o héroe, con un pañuelo empapado en cloroformo. Pero, en realidad el cloroformo empieza a perder su eficacia cuando se mezcla con el oxígeno y con unas gotitas es imposible dormir a un humano, con una dosis muy superior se requieren al menos diez minutos para dormir a alguien con lo que lo más probable es que esté muera antes por falta de aire.

Puedes hacer una llamada cuando te detienen

Esta es la mentira más habitual de todas, en las películas los policías leen los derechos y dejan hacer una llamada a los arrestados. En realidad, en Estados Unidos, solo deben leer los derechos si van a interrogar a alguien y se tiene derecho a un abogado, no a llamar por teléfono.

¿Estas de acuerdo con esta lista o crees que hemos olvidado alguna mentira más habitual?